Scooby, es un perro con una triste historia de final feliz. Fue atropellado por un coche en la carretera y sufrió una fractura muy grave de su pata trasera izquierda. La familia que lo encontró, nos comentó que estaban interesados en quedárselo. Nos pusimos "manos a la obra" para intentar salvar el miembro y luego de mucho esfuerzo tuvimos que amputarlo. Hoy Scooby, lleva una vida de "mascota", muy feliz y recordándome, cada vez que veo estas imágenes, que mientras a alguien le queden ganas de vivir, siempre valdrá la pena luchar por darle otra oportunidad.